domingo, 8 de diciembre de 2019

La importancia de la música en las personas.




                        La importancia de la música en nuestras vidas



Es el anestésico favorito de media población. En casa, en la calle con los auriculares, de viaje, en las eternas esperas, cuando todo va bien y cuando todo va regular. La música tiene diferentes beneficios para nuestras vidas. Los niños quizá sean quienes más las noten, pero a los adultos no hay quien les prive de un concierto en directo.
Diferentes estudios a lo largo del tiempo han demostrado que escuchar música tiene diferentes beneficios para nuestra salud. Son capaces de cambiarnos el estado de ánimo si estamos tristes, de reducir el estrés y de hacernos sentir mejor. La música nos rodea y nos acompaña a todas partes en nuestros dispositivos móviles, en la televisión, en el cine y cómo no en los conciertos de nuestros artistas o grupos favoritos. Si las salas están llenas, si la gente grita las letras de las canciones, salta, baila y disfruta, es porque la música tiene efectos positivos en nosotros. Y aunque no lo sepamos, también en niños y personas de avanzada edad. A estas últimas, algo aparentemente tan nimio como escuchar música puede aliviarles el dolor o les puede servir para ejercitar el oído para evitar la pérdida de audición.


Diversos estudios científicos se han concentrado en la música y los efectos que tiene en las personas. Estos son algunos de los resultados que dan muestra de su poderoso impacto.
No hay nada como la música. A través de la historia de la humanidad se han encontrado indicios que desde tempranas etapas se hacía música. Sea su efecto social y que fuera el acompañamiento obligado en danzas, ritos y fiestas, la música ha permanecido como algo inherente al desarrollo de la historia de los humanos.Por otro lado está la evolución misma de la música, sus etapas, su uso como rasgo distintivo y cultural la hacen parecer infinita, tan distinta en cada región, época, cultura, subcultura, nicho, estrato, banda, tribu urbana, persona... así hasta el infinito. Y por si fuera poco, la música, eso que hace un acierto la vida, tiene efectos poderosos en el cuerpo humano.
Neuronas biónicas, el futuro no tan lejano para tratar las enfermedades neurodegenerativas

              Los efectos en el cerebro son asombrosos


Como decía, distintos estudios se han realizado con el paso del tiempo, y en ellos se ha encontrado que la música, por ejemplo, afecta la química del cerebro. Y es que la música que nos es agradable hace que liberemos dopamina, una neurohormona liberada por el hipotálamo, y que se le relaciona con el placer; sin embargo, tiene otras benéficas funciones como estar presentes en los procesos de aprendizaje, comportamiento, actividad motora, el sueño, el humor, la atención.
Es por esto que otros estudios han encontrado en la música la relación en la mejora de la actividad motora en el tratamiento de pacientes con parkinson o el incremento del razonamiento espacial en pacientes autistas y apoyo en terapias de pacientes que sufren convulsiones.

Cuando escuchas música...


Tu cerebro se activa en distintas áreas. Debajo puedes ver las partes que se activan, de hecho este gráfico, que pertenece a un estudio realizado por la Universidad de Florida, sugiere que la música activa más partes que cualquier otro estímulo humano.La música:
  • Regula el nivel de hormonas relacionadas con el estrés.
  • Fortalece la memoria y el aprendizaje.
  • Afecta la velocidad de las ondas cerebrales.
  • Recrea recuerdos.

    Música no tan benéfica

    Ahora bien, luego de repasar algunos beneficios de la música y en sí como estimula nuestro cuerpo, también es cierto que la música puede afectarnos de forma negativa. Y es que la música que nos desagrada genera estrés, el volumen al que se escucha también incide en los beneficios de la música, si este es muy alto, puede también puede generar ansiedad. A su vez, sabemos de algunos casos en que la música se ha utilizado como forma de tortura y es que el nivel emocional al que se conecta es realmente poderoso, así como el nivel de atención que nos requiere y que puede, literalmente, hacernos pedazos si se usa para dichos propósitos.